En defensa de las pensiones de las Cortes Generales

El congreso de los diputados

Editorial para Redacción Periodística II: géneros interpretativos y de opinión a favor, por obligación, del actual sistema de pensiones de los congresistas y senadores españoles.

Las pensiones de nuestros diputados y senadores tienen un futuro incierto desde que la representante del partido Unión Progreso y Democracia (UPyD) en el Congreso, Rosa Díez, presentara hace aproximadamente un año una proposición no de ley para la reforma del sistema de pensiones de los representantes de las Cortes. Estas proposiciones cayeron en saco roto, pero ahora que los recortes han afectado al ciudadano de a pie es cuando los demás partidos, el grupo popular principalmente, intentan colocarse a la vanguardia de la reforma. Cabe recordar que en mayo del presente año hay elecciones autonómicas y municipales.

El actual sistema de pensiones de las Cortes mantiene un equilibrio justo para aquellos que ejercen el poder legislativo que el pueblo le confiere cada cuatro años. La reforma pretende acabar con los «privilegios» de los diputados y senadores para que sean tratados como ciudadanos normales, pero lo cierto es que no lo son, representan al pueblo y regentan un poder que conlleva una carga de responsabilidad superior a la de cualquier ciudadano en el ejercicio de sus funciones y como tal, deben tener una determinada protección social por mayor que sea a la del resto de ciudadanos. Un ejemplo de que los parlamentarios y senadores no reciben el mismo trato que los ciudadanos de a pie es que no tienen subsidio por desempleo cuando dejan su cargo en las cámaras legislativas.

El presente sistema de pensiones fue aprobado por unanimidad por todos los partidos políticos en el año 2006 y sus prestaciones son de un perfil medio/bajo en comparación con algunos países de la Unión Europea. En Francia un diputado jubilado cobra de media 2 700€ al mes, en Italia 3 000€ y en Reino Unido tienen un sueldo anual de 65 783£; cuando tan sólo en España están cobrando de media 1 066€ al mes. Además en España es necesario haber completado 7 años como diputados para tener derecho a la pensión cuando en Italia, por ejemplo, basta con una legislatura de 5 años. En el Reino Unido los parlamentarios en activo pueden solicitar un máximo de 19 900£ para sus gastos.

Otro dato a tener en cuenta es que desde que se reinstauró la democracia en 1977 ha habido aproximadamente 3 600 senadores, de los cuales tan solo 81 han solicitado la pensión que les corresponde por haber sido diputados. Además la mayoría de parlamentarios en activo ha declarado que poseen un plan de pensiones privado.  

De la valoración de todos estos datos podemos inferir que el actual sistema de pensiones de las Cortes Generales no prevé una asignación privilegiada para sus representantes sino una acorde a las responsabilidades y funciones que desempeñan  por voluntad el pueblo. Estas pensiones son de las más bajas entre los países vecinos de la Unión Europea y solamente la han solicitado algo menos de un 3% de los diputados con derecho a la remuneración de las cortes.