El cine y la nieve, la nieve y el cine. Quizá sea el fenómeno atmosférico menos visto en el celuloide. Es posible que las condiciones de trabajo con tanto frío sea una auténtica tortura tanto para el equipo técnico como para el artístico. Sin embargo, siempre existen excepciones que confirman la regla. Aquí debajo podéis ver un fragmento Fuego en la nieve (1949) de William A. Wellman que demuestra que en aquellos tiempos donde el cine todavía era joven, ya se rodaba en condiciones.
Claro que después aparece la palabra "nieve" en el guión y todo son preocupaciones. Tienen que ser casos muy justificados. En el siguiente vídeo podemos apreciar que no todo es lo que parece en el mundo de la imagen. Gran campaña publicitaria de los mejores publicistas del mundo (salvando las distancias con Don Draper), los argentinos.
Hoy nieva en gran parte de España y hace frío. Aunque parezca descabellado me he imaginado saliendo con la cámara de vídeo buscando un lugar lleno de nieve y filmar algo (el frío me ha detenido). La nieve nos evoca, con esa blancura, pensamientos pacíficos y agradables. Son tópicas y típicas las imágenes navideñas con nieve... ver nevar desde la ventana con los pies apuntando a la chimenea es una situación idílica. Pero la nieve también es naturaleza y como tal es capaz de lo mejor y de lo peor. El siguiente vídeo muestra de una de las historias de supervivencia más estremecedoras que se conocen. Ocurrió en los andes en 1972. Con esto basta, ya deben saber de qué se trata. El tráiler que les muestro es de una película que, obligada a relatar cómo fueron aquellos hechos, tuvo que convivir con la nieve.
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