Hace mucho tiempo que le llevo dando vueltas a esta entrada pero no me atrevía a escribirla. ¿Por qué? porque no es una entrada cualquiera: es la entrada del reencuentro, la de las justificaciones (¿A quién? A uno mismo), la da la confesión, la de la felicitación del aniversario del blog (el pasado 11 de noviembre) y la de la felicitación navideña.
La verdad es que me daba mucha pena pensar en el blog y tener la certeza de que estaría vacío de novedades, descuidado, de aspecto abandonado, paralizado en el tiempo. A la vez era consciente de que no tenía tiempo material ni fuerzas suficientes para afrontar un mantenimiento regular de este, mi hogar virtual. Pero prefería que estuviese "congelado" a escribir entradas banales que no merecen el tiempo invertido en su escritura.
Estos meses en los que he empezado el cuarto curso de la carrera han sido frenéticos. A los habituales esfuerzos académicos se sumaban los extra académicos, experiencias profundamente enriquecedoras que apetecen probar y que de alguna manera también te transforma como personas; son como rocas de arena para la montaña que va formando tu madurez personal (y un poco profesional también). Son la obra de teatro y la revista Acta Verbum que hemos hecho entre cuatro compañeros de la clase. Es por esta razón por la que he "desatendido" el blog, porque no he tenido más remedio que dosificar y diversificar mis esfuerzos.
Este tiempo de sequía en el blog me ha servido para reflexionar sobre el rumbo que estaba siguiendo y si es el que de verdad me gustaría que tuviera. Las conclusiones son claras, el blog no ofrece apenas nada "nuevo" que no se pueda encontrar en otro sitio, no tiene un rumbo claro y la información es de segunda mano y atiende a unas necesidades de inmediatez suficientes para que sean atractivas. Simplemente cumple una función unificadora de mi adiestramiento periodístico y mis inquietudes acerca de la comunicación audiovisual. Siempre me quedaba con las ganas de abordar un tema u otro, por falta de tiempo, porque no podía abarcar todos los temas ni podía darles el tratamiento que de verdad me gustaría. Eso va a cambiar. Siempre he mantenido el blog con una cierta distancia de quien lo escribía, con un estilo en ocasiones personal pero habitualmente despersonalizado. Esa es una cosa que quiero cambiar, a partir del año nuevo, por ejemplo, este blog será más personal no sólo en la redacción si no en el contenido (como ya se ha podido observar en las dos anteriores entradas [1] y [2] ). Quiero que sea un blog menos informativo pero, sin embargo, que transmita más de las cosas que el subtítulo del blog puede dar a entender.
Con esta entrada queda inaugurada una nueva era en este blog, en la que no habrá rumbo fijo, ni presiones; sino libertad, creatividad (en lo que se pueda), reflexión, información subjetivamente interesante y el deseo de compartir como cimiento del enriquecimiento colectivo y personal.
Feliz Navidad y un muy buen 2011, ojalá que así sea para todos.
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